Tras un largo periodo sin
escribir, vuelvo para contar como ha transcurrido durante esta semana el mejor evento deportivo de
nuestro país, desde dentro.
El pasado martes, para algunos,
comenzó la Copa del Rey de baloncesto 2018, en Gran Canaria. Dicho día se puso
en marcha el grupo de 114 Voluntarios ACB sin el que esta Copa no sería lo
mismo. En esta edición tuve, por primera vez, la oportunidad y el privilegio de
pertenecer a este pedazo de grupo humano. Cuando llegas te encuentras con que
hay personas que ya llevan trabajando meses en el evento, muchas personas. Para
uno es el primer día, pero para otros no.
Como amante del deporte, vivir un
evento de tal magnitud, desde dentro, ha sido una experiencia increíble, por varias
razones. Empezando porque este grupo de voluntarios consigue juntar a 114
personas de 20 provincias diferentes y al final la gente que conoces, lo que
vives en cuatro o cinco días a máxima intensidad es algo que uno se lleva para
toda la vida. También, ver el trabajo de directores, realizadores, y mil
funciones más, desde tan cerca, impresiona, y mucho. Viven cada partido a tope,
casi tanto como los propios jugadores, algunos incluso más que estos. A pie de
pista se respira una tensión impresionante, se grita, se corre, etc. Todo
ocurre a mil por hora y eso hace que tenga mucho más valor el trabajo de toda
esta gente. Ser voluntario te permite seguir de cerca las diferentes formas de
trabajar de muchas personas, entre los que incluyo periodistas, realizadores de
televisión, fotógrafos. Es decir, todos aquellos que hacen posible que este
evento llegue al resto del mundo.
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ACB.COM |
Y qué decir de los protagonistas
de todo esto, sin los que nada tendría sentido, los jugadores. Vivir tan de
cerca a estos deportistas de primer nivel ha sido alucinante. Estar a pie de cancha,
poder presenciar ruedas de prensa, caminar por túnel de vestuarios, tenerlos
tan cerca es la leche. Y no solo jugadores, también entrenadores, fisios,
encargados de equipo, etc. De ellos me llevo el momento, para mí, más
emocionante de esta Copa. Nada más sonar la bocina del final del partido
(final) salgo a la cancha en mi función de colocar el pódium. El Barça, contra
todo pronóstico es campeón, y ahí estoy yo, en el parquet, entre abrazos y
celebraciones culés. Cuando veo los preparadores físicos y fisios del equipo
catalán, los que tenía a unos metros, abrazándose y llorando a raudales. Nunca
son los protagonistas, obviamente los focos se centran en jugadores y en el
entrenador principal, pero seguramente cuando las cosas van mal son, dentro de
un club, de las personas que peor lo pasan, por ello victorias como estas son
tan suyas como de los demás.
Desde aquí agradezco a todo el
mundo que ha participado en esta Copa del Rey Gran Canaria 2018, desde
jugadores hasta aficionados, pasando por periodistas, cuerpos de seguridad,
azafatos, árbitros, ayudantes de equipo, etc, que en ningún momento han tenido
un mal gesto hacia mi como voluntario. Por supuesto, gracias a todos mis
compañeros, los que han ayudado a que esta experiencia, desde hoy, sea
inolvidable.
Volveré.
Carlos Castellano.
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