lunes, 19 de febrero de 2018

Copa del Rey Gran Canaria 2018, desde dentro.


       Tras un largo periodo sin escribir, vuelvo para contar como ha transcurrido durante esta semana el mejor evento deportivo de nuestro país, desde dentro.

El pasado martes, para algunos, comenzó la Copa del Rey de baloncesto 2018, en Gran Canaria. Dicho día se puso en marcha el grupo de 114 Voluntarios ACB sin el que esta Copa no sería lo mismo. En esta edición tuve, por primera vez, la oportunidad y el privilegio de pertenecer a este pedazo de grupo humano. Cuando llegas te encuentras con que hay personas que ya llevan trabajando meses en el evento, muchas personas. Para uno es el primer día, pero para otros no.

Como amante del deporte, vivir un evento de tal magnitud, desde dentro, ha sido una experiencia increíble, por varias razones. Empezando porque este grupo de voluntarios consigue juntar a 114 personas de 20 provincias diferentes y al final la gente que conoces, lo que vives en cuatro o cinco días a máxima intensidad es algo que uno se lleva para toda la vida. También, ver el trabajo de directores, realizadores, y mil funciones más, desde tan cerca, impresiona, y mucho. Viven cada partido a tope, casi tanto como los propios jugadores, algunos incluso más que estos. A pie de pista se respira una tensión impresionante, se grita, se corre, etc. Todo ocurre a mil por hora y eso hace que tenga mucho más valor el trabajo de toda esta gente. Ser voluntario te permite seguir de cerca las diferentes formas de trabajar de muchas personas, entre los que incluyo periodistas, realizadores de televisión, fotógrafos. Es decir, todos aquellos que hacen posible que este evento llegue al resto del mundo.

ACB.COM

Es cierto que el baloncesto no es mi deporte, pero el ambiente del mismo es una cosa de otro mundo. Estos días en Gran Canaria se reunieron ocho aficiones, las cuales han gritado y animado hasta más no poder, cada una a su equipo y en muchas ocasiones todas juntas, lo que hace mucho más especial a este deporte. Sería injusto no destacar a una en concreto, todos sabemos de cual hablo. La afición del Baskonia, más de mil aficionados que no han parado de dar color y ambiente al Gran Canaria Arena, tanto en la grada, como en los pasillos y los aledaños del pabellón. Esa gente sí que sabe vivir el deporte.

Y qué decir de los protagonistas de todo esto, sin los que nada tendría sentido, los jugadores. Vivir tan de cerca a estos deportistas de primer nivel ha sido alucinante. Estar a pie de cancha, poder presenciar ruedas de prensa, caminar por túnel de vestuarios, tenerlos tan cerca es la leche. Y no solo jugadores, también entrenadores, fisios, encargados de equipo, etc. De ellos me llevo el momento, para mí, más emocionante de esta Copa. Nada más sonar la bocina del final del partido (final) salgo a la cancha en mi función de colocar el pódium. El Barça, contra todo pronóstico es campeón, y ahí estoy yo, en el parquet, entre abrazos y celebraciones culés. Cuando veo los preparadores físicos y fisios del equipo catalán, los que tenía a unos metros, abrazándose y llorando a raudales. Nunca son los protagonistas, obviamente los focos se centran en jugadores y en el entrenador principal, pero seguramente cuando las cosas van mal son, dentro de un club, de las personas que peor lo pasan, por ello victorias como estas son tan suyas como de los demás.

Desde aquí agradezco a todo el mundo que ha participado en esta Copa del Rey Gran Canaria 2018, desde jugadores hasta aficionados, pasando por periodistas, cuerpos de seguridad, azafatos, árbitros, ayudantes de equipo, etc, que en ningún momento han tenido un mal gesto hacia mi como voluntario. Por supuesto, gracias a todos mis compañeros, los que han ayudado a que esta experiencia, desde hoy, sea inolvidable.

Volveré.

Carlos Castellano.

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